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miércoles, 30 de noviembre de 2011

La lectura y el cerebro


La lectura y el cerebro o el pensamiento complejo y otras historias.
Desde hace nuchos años y apesar de a resistencia de algunos, la lectura ha cobrado cada vez más importancia. La sugerencia de leer aparece originalmente bajo una premisa simple: incrementar el conocimiento y con ello tener un cerebro, digamos, un poco mas evolucionado hacia la letras y sus representaciones. Bajo la empírica observación popular al inicio y después con la metolología rigurosa de las ciencias, se ha demostrado que la acción y efecto de leer, tiene resultados mas interesantes que saber un poco más. Podemos citar, por ejemplo, que la lectura activa de manera inmediata diferentes partes del cerebro y de esta manera utiliza mas oxígeno.

Lo anterior se ha demostrado recientemente en un estudio de Gleda en la Clinica Mayo en el 2009 que sugiere que, las personas con mayor acividad de lectura,   tienen menores posibilidades de presenter deterioro cognitivo. Los hallazgos de este studio, sin embargo, deben tomarse con precaución ya que, como sabemos, existen muchas variables que determinan la fragilidad para presenter deterioro cognitivo (especialmente leve) y estas son muy dificiles de controlar. Asimismo, los instrumentos de evaluación de la memoria en sus difefentes modalidades, necesitan ser estandarizados para tener conclusiones más sólidas.
La lectura permite el desarollo de habilidades cognitivas por medio de  la representacion de lo escrito en recuerdos, imágenes y nuevas direcciones conceptuales. Como puede imaginarse, este hábito puede transmitirse desde la infancia donde el niño puede generar un vínculo de apego entre los tutores y el mundo externo, ampliando de esta manera el horizonte del conocimiento.
Descifrar el significado por medio de símbolos require un complejo sistema de interacción neuronal; conocer las estructuras relacionadas con este proceso ha sido una tarea difícil que ha sido enfrentada por investigadores en el área de la neurociencias. Uno de los estudios más interesantes fue realizado por varios neurocientificos del  Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale in Gif-sur-Yvette, France, que estudiaron la imágen funcional del cerebro en lectores asiduos y los que aprendieron en etapas posteriors de la vida. Las áreas relacionadas con este proceso se localizaron en la unión entre el lóbulo occipital y temporal y,  de manera sorprendente, el desarrollo de esta habilidad, disminuía la facilidad para el reconocimiento de caras por razones aún no determinadas. No importa cual sea el resultados de los siguientes debates en relación a estos hallazgos, la lecura indiscutiblemente favorece el desarrollo de nuevas vías neuronales en las áreas relacionadas con el aprendiizaje y el lenguaje.


Imagen functional del cerebro que muestra las regiones (en color) que responden de manera mas intense a los textos en personas que pueden leer.

Las consideraciones anteriores, nos llevan a citar el concepto de “Neuroplasticidad”  que señala los cambios que aparecen en las neuronas y conexiones para adaptarse al medio externo y durante el obvio aprendizaje subsecuente. Con algunas actividades como las matemáicas, la lectura y aprender cosas nuevas, se desarrollan de manera específica habilidades de ejecución que, de manera paralela, se traducen en cambios neuronales en las zonas correspondientes. No menos interesante es la demostracion, con diferentes estudios, de la participacion del sistema limbico o “de las emociones” y el aprendzaje: en vista de que este sistema es el mediador entre los pensamientos y las emociones, la presencia de estados ansiosos o depresivos puede interferir en la eficacia del aprendizaje.
El Dr. Goleman ha descrito un concepto interesante llamado inteligencia emocional que explica, entre otras cosas, la razón po la cual las personas con un coeficiente intellectual alto no son las mas exitosas: han perdido de vista simplemente este concepto de ser inteligentes en la interacción emocional con el entorno. Describe, en esta dirección las cinco cuaidades que competen a la inteligencia emocional a saber:
1.    Conocer nuestras emociones (conciencia de nosotros mismos)
2.    Manejar nuestras emociones (control de los impulsos)
3.    La motivación para alcanzar nuestras metas (persistencia y automotivación)
4.    Reconocer las emociones en los otros (empatía)
5.    Manejar la relaciones con los otros
Habiendo escrito lo anterior y a la luz de la ciencia, podemos afirmar que, para el óptimo desarrollo del aprendizaje (no importa la edad) debemos dominar el fino arte de aprender mintras sonreímos, así como tener conciencia de el gran regalo (usted eliga el benefactor) que es la facultad de pensar.
“Declinaba el verano, y comprendí que el libro era monstruoso. De nada me sirvió considerar que no menos monstruoso era yo, que lo percibía con ojos y lo palpaba con diez dedos con uñas”. El libro de arena, J.L. Borges
Pintura. "Niña leyendo", de Franz Eybl (1806-1880)
Referencias
Dehaene S, Pegado F, Braga L.W, et al. How learning to read changes the cortical networks for vision and language. Science Vol. 330, 6009 pp. 1359-1364, 2010
Mirror-Image Sensitivity and Invariance in Object and Scene Processing Pathways J. Neurosci. 11305-11312, 2011
Unraveling the distributed neural code of facial identity through spatiotemporal pattern analysis Proc. Natl. Acad. Sci: 9998-10003, 2011
Goleman D. Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ (1996) Bantam Books. ISBN 978-0553383713
Working with Emotional Intelligence (1998) Bantam Books. ISBN 978-0553378580
Poldrak R.A, Sandak R. The cognitive neuroscience of reading. Scientific studies of reading 8: (3) 199, 202, 2005

1 comentario:

  1. Fausto Reyes De Leon.30 de noviembre de 2011, 17:09

    La lectura es urgente en un Pais como el nuestro, el promedio de lectura es extremadamente bajo.

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